Mi familia y yo

Sé que vosotros sois mi gran familia, un total de 20.000 miembros que cada día estáis al tanto de las actualizaciones como si de un grupo de WhatsApp se tratase, siempre conectados. Pero no todo es Instagram, mi verdadera familia es otra, es de carne y hueso. Aquellos que cuando los necesitas están sin necesidad de llamarles y cuando no te hacen falta, están para molestar, pero eso es una familia. Bienvenidos a la familia Cortijo Tello. 



Compuesta por mis padres, seguida de mi hermano (el mayor), mi hermana (la mediana) y yo (el pequeño), continuada por mis tres sobrinos. Todos somos una piña, ojo, no piña de bote sino natural de la que tiene calidad. Por eso en todo momento estamos juntos, no hay sábado que se nos resista a una comida familiar o raro es el domingo que no hacemos visita a cual lugar de España tenga más historia. 



Como ya leísteis en mi anterior artículo, mi madre recién fue operada de ese asqueroso inquilino que perturba a muchas mujeres y hombres de todo el mundo. El cancer no es que sea un inquilino que pague sus cuotas religiosamente y no monte jaleo, sino que es un personaje que está todo el día de fiesta, copulando como un conejo y destrozando la casa sin mirar las consecuencias que eso trae. 
Tras dos operaciones un poco heavies, la matriarca del clan Cortijo en unas horas estará de vuelta en casa para organizar todo el cotarro. Ni esos princetown con pelo de marmota y el parche del tigre ni un keepall de Supreme para Louis Vuitton son capaces de llevarme al éxtasis de mi felicidad como el ver a mi madre sana y feliz. 










Me acuerdo de esos años en los que viajaba en vacaciones por todas las playas de España en compañía de mi hermano, su mujer y mis sobrinos en busca de una playa virgen dónde acampar. La mayoría de las veces acabábamos en Lanzarote, Qué isla!














También me acuerdo del regalo más bonito que mi hermana pudo tener en su vida, la llegada de mi sobrina, de la cual mi sister se quedó embarazada al poco de irse mi padre al cielo por culpa del famoso inquilino moroso. 
De un fuerte y gran árbol caído nació una bella flor de aspecto delicado llamada Fiona. 











Ahora, Lanzarote no tiene nada que envidiar al pueblo de mi padre, que situado en la sierra de las Villuercas es uno de los pueblos de alta montaña más conocidos de Cáceres, se llama Navezuelas y la mayoría de los habitantes tienen el apellido Cortijo. Es nuestro lugar de reunión en vacaciones para toda la familia, todos juntos durante varios días en una casa con muros de más del metro de grosos tallada en plena montaña nos protege del frío que mana de la naturaleza. 




Esto es una pincelada de nuestro clan, pero para que romper la magia contando las cosas feas? Lo de mi madre no es una cosa fea, es una trampa que te pone la vida para hacerte más fuerte y pisar a aquello que no interese. Por eso lo cuento. Pero bueno, voy a dejar de aburriros con tanta historia.
Está claro que tengo una familia muy TOP, no? 

Feliz día! 




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